Humo blanco para el sector inmobiliario y de la construcción. Es que el Senado aprobó el 25 de octubre y despachó del Congreso el proyecto impulsado por el Ejecutivo que entrega un beneficio tributario para la compra de viviendas nuevas, lo que apunta a ayudar a la clase media y, de paso, echarle una mano a la alicaída industria de la construcción.